Empecé a pintar bastante tarde, después de diversos estudios y peripecias que poco tenían que ver con este arte, aunque sí con otros como la literatura o la música. Tras licenciarme en filología, viví muchos años en la carretera como caricaturista itinerante y callejero, aunque mi motivación principal era el viaje en sí mismo más que la pintura. Luego volví a establecerme en Barcelona —ciudad de mi formación académica y sentimental— y procuré adiestrarme más en el oficio en lugares como el Real Círculo Artístico o la histórica Escola Sant Lluc, iniciando poco después una carrera como ilustrador de prensa en la que me fue bastante bien, sobre todo teniendo en cuenta que era casi un intruso en la profesión. Desarrollé la mayor parte de mi actividad en El Periódico de Catalunya, en el que publiqué más de 4000 ilustraciones a lo largo de once años como colaborador en diversas secciones. Trabajé también para otras publicaciones, como la revista Qué Leer o Diário de Noticias (Portugal). Durante todo este tiempo, la pintura se iba abriendo paso y pidiendo espacio, y al final no me quedó otro remedio que ser pintor.
El encuentro con la acuarela fue una iluminación. A pesar de la enorme dificultad de esta técnica, tomé la determinación de aprenderla, y algo he conseguido. Más tarde, he encontrado o recuperado medios más matéricos como el gouache, el óleo y el acrílico, que aportan posibilidades y retos diferentes.
Por el camino, me encontré también con la fotografía, que empezó siendo sólo una herramienta de apoyo y ha acabado convirtiéndose en un modo de expresión independiente que me aporta también una gran satisfacción creativa.
Y, en fin, he vuelto en la madurez a la que fue mi primerísima vocación, la escritura. Empecé, como todos los jóvenes, como poeta, y soy autor ahora de una novela de amor y humor que no será la última y que seguramente dice más de mí que cualquier posible semblanza.
I started to paint quite late, after various studies and adventures that had little to do with this art, but with others such as literature or music. After graduating in philology, I lived on the road for many years as a traveling and street caricaturist, although my main motivation was the journey itself rather than painting. Then I returned to settle in Barcelona —a city of my academic and sentimental education — and tried to train myself more in the craft in places like the Real Círculo Artístico or the historical Escola Sant Lluc, soon starting a career as a press illustrator in which I was quite successful, especially considering that I was almost an intruder in the profession. I developed most of my activity in El Periódico de Catalunya, in which I published more than 4000 illustrations over eleven years as a collaborator in various sections. I also worked for other publications, such as Qué Leer magazine or Diário de Noticias (Portugal). During all this time, the painting was breaking through and asking for space, and in the end I had no choice but to be a painter.
The encounter with the watercolor was an illumination. Despite the enormous difficulty of this technique, I took the determination to learn it, and something I have achieved, I think. Later, I have found or recovered more material techniques such as gouache, oil and acrylic, which provide different possibilities and challenges.
Along the way, I also found photography, which began as a support tool and has become an independent mode of expression that also gives me great creative satisfaction.
And, finally, I have returned in the maturity to which was my first vocation: writing. I started, like all young people, as a poet, and I am now the author of a novel of love and humor that will not be the last and that surely says more of me than any possible semblance.